Nota de El País 27 de mayo 2012


Gimnastas del pensamiento
Métodos que ejercitan las funciones neuronales se instalan en Uruguay para prevenir el deterioro cerebral y optimizar la concentración, creatividad y agilidad.

La maestra dibuja las letras C, N, R, D y E en un pizarrón. Les da una consigna específica: deben formar una oración con palabras que comiencen con cada una de estas letras. Les otorga un tiempo breve para pensar. "¿Con nuevo rumbo dónde estaré?", responde Elsa. Todas sus compañeras aplauden. Ella esboza una sonrisa tierna y humilde; está acostumbrada a ejercitar el cerebro.

A la consigna de la docente le siguen otras que buscan incitar las diferentes funciones cerebrales de las adultas mayores que, como Elsa, participan de la clase de gimnasia mental. Débora Saviotti, maestra de formación y especialista en este tipo de ejercitación, combina técnicas de diferentes neurólogos que han investigado cómo la realización de actividades que se pueden hacer de forma sistemática y planificada permite estimular la agilidad, la atención y concentración. ¿Por qué estos tres factores? Porque son el apoyo de la memoria y "la mayor parte de las personas adultas sienten temor a perder esta facultad", explica. La memoria es la identidad, y, cuando uno se olvida de quién es, siente que no puede valerse por sí mismo.

Esta angustia fue la excusa para que ocho mujeres de entre 60 y 90 años comenzaran a asistir todos los martes a una clase de gimnasia mental por una hora y media (gimnasia.mental@gmail.com). Al igual que la ejercitación física, requiere de una dedicación fuera del aula, pero con la facilidad de que se puede realizar en la fila del banco o mientras se hacen las compras en un supermercado.

Un pizarrón, fichas, tableros, naipes, lapiceras y hojas son los únicos materiales que se utilizan para los ejercicios de corta duración, que abordan desde la inteligencia lógica hasta la espacial; siempre de forma lúdica y divertida. También se puede prescindir de objetos y utilizar sólo las neuronas.

Detrás de estos talleres hay una base científica. "Hay estudios desde la neuroimagen funcional que demuestran que las intervenciones bien dirigidas producen un cambio a nivel de la imagen del cerebro", indica la neuróloga Alicia Silveira. La maestra, por su parte, les explica a sus alumnas cómo cada ejercicio que realizan se conecta con alguna de las funciones cerebrales y siempre la actividad es programada de modo de evitar la fatiga de las participantes.

No parecen cansadas. Todas intervienen y se turnan en los intereses. Aída (85) se queja de que está perdiendo la memoria y que no recuerda cuál fue la última película que vio. Pero en el taller nada de eso se nota. Los razonamientos son claros y la concentración parece elevada a la máxima potencia.

En una punta de la mesa Norah se agarra la cabeza. Está concentrada, intentando resolver en su hoja un ejercicio de lógica que le fue planteado. La maestra se lo indicó específicamente a ella, pero sus ganas de hacer público el conocimiento hacen que la clase se interrumpa por unos instantes para resolver, todos juntos, el enigma.

"Yo propongo ejercicios y los participantes intervienen en la medida de que se sienten cómodos y quieren hacerlo", cuenta la docente. En el taller las personas trabajan durante todo el tiempo, aún en los momentos en que la consigna está dirigida a otro alumno. En ese caso se aprecian las caras de concentración de quienes piensan en silencio.

La gimnasia es gradual y permite la incorporación de intensidad. Se hace hincapié en el pensamiento positivo, el estímulo de las emociones y no dejarse frustrar cuando una actividad no sale. "Así como hay quienes pierden la audición, la vista u otra facultad, hay quienes tienen sus lagunas en la memoria; pero hay que aceptar el problema y apoyarse en técnicas para no permitir el deterioro", afirma Saviotti.

Entre estas mujeres que participan del taller se nota la buena vibra y la complicidad. No sólo aplaudieron a Elsa, sino también a Rosa, quien se integró hace pocos meses. Sus compañeras ya perciben un avance. Esta exadministrativa agradece el elogio y advierte que le preocupa cuando se dirige a buscar un objeto a otra habitación y al llegar no recuerda qué fue lo que había ido a buscar. Todas ríen. "¡Eso le pasa a todo el mundo!", dicen a coro, y la exclamación se transforma en un calmante para la ansiedad.

En el grupo no hay miedo a equivocarse, uno de los mayores traumas de los hombres y "quizás la explicación por la que en el grupo de los martes, al igual que en la mayoría de actividades para jubilados, las participantes son mujeres", aventura la maestra. En otras clases sí dice presente el género masculino porque esta práctica no distingue sexo ni edad.

Se dan cursos en escuelas para mejorar los mecanismos de pensamiento de los estudiantes, en lugares de trabajo para potenciar la concentración y creatividad, y hasta en salones de fiesta para aprender a disfrutar de los festejos y separar las actitudes negativas que invaden el cerebro. "Los jóvenes y los niños no necesitan tanto el estímulo como los adultos. Cuando las personas crecemos nos ponemos muchas limitaciones y estructuras que nos impiden pensar de forma correcta, eficaz y feliz. Pero así como a temprana edad la gimnasia física es beneficiosa para que el cuerpo marche mejor, ocurre lo mismo con los ejercicios cerebrales", señala Saviotti.

Las actividades se adaptan a los intereses de los participantes. En Uruguay, muchos neurólogos recomiendan la práctica de crucigramas, sopa de letras y, recientemente, de sudokus para prevenir la pérdida de memoria. Si bien estos juegos populares son útiles, "estimulan algunas funciones, no todas", advierte la maestra. Por eso la neuróloga Silveira insiste en que "siempre se debe buscar un estímulo dentro de los intereses del paciente; el simple hecho de sentarse con él y compartir la información desde sus intereses ya es estimulante". De nada sirve, agrega, que "vengan a la consulta médica familiares de personas en rehabilitación entusiasmados porque le compraron 12 revistas con crucigramas cuando a la persona nunca le interesó este tipo de ejercicios".

Muchos neurólogos han desarrollado manuales con ejercicios específicos según su experiencia científica. Uno de los más expandidos, que está en 80 países y ahora también en Uruguay, es el método Brain Gym. Es un sistema de ejercitación cerebral basado en las instrucciones del neurólogo Paul Dennison en 1969. Consiste en 26 movimientos físicos para optimizar el desarrollo de todos los sectores del cerebro humano. Es uno de los primeros aportes de la neurociencia aplicados al aprendizaje y el trabajo intelectual.

Ivonne Hodara (isolhodara@gmail.com) es psicóloga y se presenta como una de las dos instructoras autorizadas para impartir este método en Uruguay, y la única que está en ejercicio. Se acercó a la práctica hace tres años y ya ha entrenado a más de 100 uruguayos que buscan mejorar su actitud en el trabajo, la salud, el deporte o la educación (ver beneficios en cuadro aparte). Gladys (58) hizo el curso hace 37 días y practicó los ejercicios durante 32, en horario de la mañana para evitar que los movimientos oculares, el tomar agua y la concentración (todos elementos presentes en Brain Gym) le impidan descansar de noche. Y evaluó: "He notado una sensación de claridad mental y un aumento en la concentración en mis trabajos intelectuales. Hago más del doble de los que hacía antes y sin cansancio".

A Elsa y sus compañeras les pasa lo mismo y por eso al practicar la gimnasia no falta quien proponga: "¿Con nuevo rumbo dónde estaré?".

Problemas de base
Desde 2006 la maestra Débora Saviotti trabaja para Primaria instruyendo a docentes en el aprendizaje de la gimnasia mental. El objetivo es desarrollar planes que permitan aprender a pensar de forma creativa y ágil. "El sistema educativo uruguayo dedica demasiadas horas a contenidos curriculares y traspaso de información, pero se imparte poco tiempo a la aplicación de métodos que permitan desarrollar las funciones del hemisferio derecho del cerebro (encargado del pensamiento lateral y creativo)", dice la docente. En 2008 el Consejo de Educación Inicial y Primaria modificó el plan de estudio "por ser obsoleto y en su marco teórico incorporó el desarrollo del conocimiento en sentido amplio y el estímulo de todas las inteligencias", señala la Inspectora Técnica Elena Barreto. En la práctica cada docente incentiva más una u otra capacidad dependiendo de los intereses del alumnado y los tiempos que dispone.

GIMNASIA CEREBRAL
Las claves de los ejercicios
¿Para qué?

Para una vida personal, familiar y social más efectiva y satisfactoria. Las fallas de la memoria se creía que eran producto del paso del tiempo. Hoy se ha demostrado que es posible recomponer los circuitos neuronales afectados.

¿Para quién?

Desde los siete años en adelante, antes se trabaja con estimulación oportuna en el desarrollo de los sentidos.

¿En qué se aplica?

Salud: en la prevención del deterioro de las funciones cerebrales y en la reducción del deterioro.

Trabajo: permite la relajación, la concentración y la posibilidad de disminuir el estrés visual, emocional y motriz.

Educación: aprender se convierte en una actividad agradable y sin estrés, optimizando las diferentes partes cerebrales.

Deporte: la gimnasia cerebral mejora el desempeño del deportista, por ejemplo permite el estímulo de la visión del ojo no dominante para calcular la distancia en que se encuentra la pelota.

Desarrollo personal: facilita la concreción de metas focalizando en las emociones positivas.

LAS CIFRAS
400.000
Millones de bits de información por segundo es lo que procesa el cerebro humano. De estos datos que ingresan por estímulos, sólo 2.000 bits son captados de forma consciente.

25%
Proporción del gasto total de oxígeno en el cuerpo que es consumido por el cerebro. Pero su peso es entre 1.300 y 1.600 gramos, menos del 2% de la masa corporal total.

Nota El País

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